|
|
Documento 3.1 Diferencias entre sexo y género La teoría sexo-género introduce estos términos para diferenciar los componentes biológicos de los sicosociales y para poder explicar las razones de las diferencias entre los sexos a nivel de conductas, actitudes, personalidad, etc. Cuando nos referimos a las personas utilizamos dos términos: hombre o mujer, mediante estas palabras calificamos a las personas en dos grandes grupos que tienen relación con su sexo. Sin embargo, los conceptos de hombre y mujer exceden el ámbito de la biología y van mucho más allá del sexo como característica biológica que diferencia a hembras y machos en la reproducción. La identificación que se da entre el sexo, el género y la identidad psicosexual de los individuos es propia de la perspectiva innatista que busca determinar lo social por las propiedades genéticas de las personas. No obstante, de acuerdo a la posición culturalista no existe una relación directa entre estos tres niveles, porque así como se nace con un sexo que en principio va a determinar la identidad sexual de una persona, no se nace con un género. Podemos considerar al género como una construcción cultural, un modelo de comportamiento que se impone a las personas en función de su sexo desde que nacen. El género femenino se asigna a las hembras y el género masculino a los machos. Pero el sistema sexo-género supone también la organización social en función del sexo, es decir, la asignación de roles domésticos y públicos según el sexo, los que se conoce como división sexual del trabajo. Pese a que el sexo es el principal punto de referencia para la imposición del género, la relación entre sexo y género no debe ser analizada en términos mecánicos. No existe el determinismo en estos casos, ya que no todos los machos adoptan el modelo de comportamiento que se supone propio para el género masculino, así como tampoco todas las hembras siguen el patrón femenino ciento por ciento. Por lo demás los modelos sociales de lo masculino y de lo femenino no son idénticos en todas las culturas ni en todas las épocas históricas, aunque poseen un sustrato común: la organización social en función del sexo. Tomado de: Raquel Flores y Loreto Palacios (2000). Las relaciones de género. Investigaciones de Estudiantes de Bachillerato (USACH, Sernam). |